Los celos.
Mucha gente ha definido a los celos como un sentimiento de complejo de inferioridad, de inseguridad, cuando llegan a su clímax han definido los conocedores que es lo más espantoso que hay.
Cuando el periodo sistemático de la filosofía griega hubo crisis en este aspecto: la escuela ateniense se distinguió porque ahí se dieron a conocer los titanes del pensamiento universal. Hay quien define a Sócrates como el árbol, a Platón como la flor y a Aristóteles como el fruto.
Hay que decir que Sócrates deja una escuela llamada mayéutica que era un procedimiento de la enseñanza a base de preguntas y respuestas. No deja nada escrito.
Su discípulo destacado fue Platón conocido por sus espaldas anchas y la escuela que funda es la de los peripatéticos. Era un ir y venir constante donde iba en canto el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Finalmente el alumno de Platón es Aristóteles que alguna vez para disentir de su maestro que fue Platón dijo: “Platón es mi amigo, pero soy más amigo de la verdad”. Con esto replicaba a su maestro en que estaba de acuerdo y en que no estaba.
Esta es la trilogía del pensamiento que plasmo toda una época en el pensamiento universal.
Personajes pues, que fueron dejando huella como en el último caso de Aristóteles que acierta la lógica formal.
Quien representa la genealogía de estos pensadores establece el principio de todo conocimiento al decir: “Yo solo sé que no se nada, principio de todo conocimiento universal”.
Frente a estos genios surgen los sofistas que enredan sobre todo a los jóvenes pensadores y la presencia de los pensadores griegos se encargaban de desmenuzar los conceptos hasta llegar a la verdad.
Por esta razón los conceptos básicos del conocimiento del pensamiento de los grandes hombres son importantes. Sobre todo en los jóvenes en los que hay que ayudar a desenredar las marañas de lo que pudiera significar el camino a la resolución de problemas.
Hay una frase sublime que establece la importancia de la libertad en el desentrañamiento de los problemas que encierra aquellos que tejen la tela de araña con la finalidad de que una sociedad se enrede más y solamente los estudiosos los que siguen la fórmula de la investigación, quienes clasifican sus verdades ilógicas en los cimientos de la verdad universal pueden llegar a puerto seguro sin enredos y sin desconocimientos de que sobre todo en política se encuentran agazapados los sofistas, los demagogos.