Por estas fechas mi padre acomodaba las cosas de acuerdo con los festejos, claro está que los malos eran los que salían perdiendo, como el Santa Claus grosero del cual platicamos hace unos días.
Llegó la temporada semana mayor y se juntó con un par de compadres con los que brindó el viernes de dolores en una pulquería de postín llamada “Las Glorias de Gaona”.
Ya a medios chiles se acordaron de la representación de la pasión de nuestro señor Jesucristo que durante más de 100 años se ha venido representando en Iztapalapa en el cerro de la estrella llegándose a juntar hasta dos o tres millones de personas.
Seleccionan al mejor joven de la comunidad, lo preparan psicológicamente y le enseñan los pasajes principales. Se laboran los atuendos de los centuriones romanos sin faltar los polémicos fariseos autores intelectuales del crimen de esa comunidad.
Llegaron entre empujones y pedazos colocándose en un lugar donde apreciaban el drama. Parecía tan real que había mujeres que se desmayaban, hombres llorando, y había pasado escasos quince minutos de la crucifixión. Don Alberto le pregunto a su compadre: ¿Quién fue el que le cargo la mano más a nuestro señor?
Como todos los actores andaban con sus atuendos Caifás no podía ser la excepción y el compadre le señalo: “ese que está ahí”. Vamos a ver dijo mi papá.
Llantos por ahí, gemidos por allá. Llego hasta donde estaba Caifás y le propino dos patadas en las nalgas. Inmediatamente fue remitido en los separos. Se levantó el acta palabras más palabras menos decía: “siendo las 15 horas con 45 minutos del viernes de dolores fue remitido a esta delegaciones el profesor Alberto Miranda Beltrán que en forma irreverente le dio dos patadas en el trasero a Caifás.
Iba a continuar el secretario de acta cuando mi papa le dijo: “espérate” y le puso: “den gracias que no estaba Judas porque lo mataba a madrazos, por desleal, por bandido y por cobarde” y porque un discípulo nunca traiciona a su maestro.
La frase de hoy: “no fue justicia divina pero al menos se llevó un par de patadas Caifás por lo mismo que dijo don Alberto”.