A casi dos semanas de haber sido aprobadas las reformas de los artículos 76 y 78 de la Ley Federal de Trabajo por el Senado de la Republica para aumentar de 6 a 12 días el periodo vacacional de los trabajadores con más de un año de antigüedad ya podemos ver en diversos medios opiniones acerca del impacto negativo y esfuerzos por parte de organismos como la COPARMEX y CANACO buscando como aminorarlo.
Se habla de un golpe al bolsillo del empresario de la pequeña y mediana empresa valorado en un 2% que se agrava con el aumento en los gastos de las pensiones y del salario mínimo.
La propuesta del sindicato es que las vacaciones sean divididas a la mitad o sea seis días continuos como se le ha hecho siempre y los otros seis días por separado a como los pida el trabajador.
Así también la CANACO espera poder atajar hacia una solución satisfactoria para sus asociados cuando pasen estas reformas por la cámara de diputados, antes de que les sea dado el visto bueno por esta. Ya que desde su punto de vista al irse de vacaciones varios de los empleados de una pequeña empresa se debilitaría su línea ó cadena de producción y al conseguir empleados temporales que suplan a este personal se vendría el golpe al bolsillo que al final repercutiría en el precio ó costo del servicio ó producto para el consumidor tornándose en un proceso inflacionario.
Hay algunos que sugieren que las vacaciones largas podrían llevar a una disminución en las ofertas de empleo. Lo cual me parece ilógico porque si falta mano de obra en alguna empresa se le debe suplir produciendo por lo tanto más ofertas de empleo lo cual es bueno para la economía del país. Y si la demanda llega a ser muy poca la oferta tiende a volverse aun más atractiva ofreciendo mejores salarios lo cual también es bueno para la economía de nuestro país, pues habrá mas dinero en circulación.
Resumiendo más empleos y mejores salarios también son una posibilidad y mas por que a un trabajador externo se le paga más.
Tenemos que mirar al porvenir con esperanza, la confianza del consumidor es un factor muy importante que influye en todas las economías del mundo produciendo expansiones o contracciones según sea el grado de optimismo que tengamos.
Por Lawrence Joel Reza González.