Debido a unas dolencias rezagadas nos vimos precisados a internarme en el hospital general del issste. Me dio la oportunidad de percatarme de muchas cosas, por fortuna llenas de solidaridad y de humanismo. Quien da el primer paso es el Médico certificado Cardiólogo Ignacio Espinoza quien proporcionó el cuadro para que así fuese. Todo era angustia y ansiedad. Sin embargo esa oportunidad me dio el conocimiento de que gente buena y responsable. Un personal con calidad y calidez. Recibí muestras de afecta de Jorge Miguel Cota Katenstein desde Tamaulipas, de todos mis hijos, de mis nietos. E igual forma de Valente Higuera González Nieto Mayor que también se preocupaba por mi salud, todas esas cosas sumadas a la responsabilidad de los Médicos residentes y al personal de enfermería que en la persona de Lizzet Espinoza quiero rendirles un homenaje de gratitud porque paso a paso fue llevado el cuadro de los diagnósticos y poder estar con diversos análisis encontrando causas y efectos. También me encontré con el maestro Ramiro Manríquez León quienes estuvimos cambiando impresiones y es maestro Normalista muy cercano a la familia de mi compadre Antonio Manríquez Guluarte quien por cierto me comentó que gozaba de las delicias de unas gorditas hechas de carne de venado que le preparaba su señora madre y que mes tras mes el compadre Manríquez los visita en su hogar para de esa manera manifestar su gratitud y su cariño.
Asi las cosas independientemente de la ciencia Médica, sobre todo de la gracia de Dios y espero que cuando usted amigo lector este leyendo estas líneas, este terminando mi convalecencia en este lugar. Jamas hemos agredido la labor Médica de la institución. Lo que si hemos hecho y lo seguiremos haciendo es señalar la responsabilidad del Gobierno Federal de no proporcionar los insumos necesarios para que nuestra gente pueda recibir mejor atención.
La frase de este día: Si sabemos señalar errores, seremos capaces de admitir los aciertos y darles confianza a las instituciones de salud, porque muchos desvíos de los de allá arriba han causado más daño que las pandemias.