Se han presentado algunas situaciones que se han traducido en comentarios bien intencionados, pero no han sido llevados al nivel del derecho a la información que tiene la ciudadanía.
Primero queremos dar la bienvenida al nuevo titular de difusión del gobierno del estado ciudadano Juan Antonio Flores Romero, buen hombre. No será el suscrito quien deba o quiera decirle al gobernante precisamente por ser la potestad del estado a quien pone en un lugar y a quien ponga en otro.
Pero para que funcione una administración sea empresa, escuela, y otros tan importantes como lo es una administración publica, estatal o federal quienes integran el equipo deben ser gentes que trabajen como los engranes de un reloj. Cualquier cosa que atrase o adelante un cronometro se refleja en la marcha de la función pública.
El “Afaire” protagonizado entre un secretario particular y una diputada al congreso local nos da paso también a estas reflexiones: la primera porque aun desconociendo las causas de don Omar Castro, que yo conozca que haya un cargo de vicegobernador para intervenir en un caso de un poder autónomo tuviese o no la razón la diputada en el tema como que se extralimita sus funciones. La segunda, es en un hecho pueril que tuvo conocimiento un auditorio estatal porque había un jala y estira sobre quien daba apertura a los trabajos en las que estaban coordinados todas las unidades de protección civil del estado. De esa manera nos enteramos de un pequeño jaloneo por querer ser quien abriera, o el señor secretario particular otra vez, o el señor secretario general de gobierno. En este sentido quien debió haber abierto los trabajos o al menos informarles desde la capital del estado al señor gobernador mientras se encontraban listas las transmisiones o que se yo, denota una especie de querer figurar.
Yo creo que una función del secretario particular es primero la discreción, la prudencia, y no abrir fisuras hacia el interior del gabinete.
En cuanto al señor Homero Davis estuvo en su oficina una persona a quien ha hecho ir por un espacio de ocho veces buscando una audiencia y seguramente un apoyo así como ha llegado se ha tenido que regresar porque el señor Secretario General de Gobierno no tuvo tiempo de atenderla. Nos preguntamos ¿sabe lo que es coadyuvar en la acción de gobernar? ¿La situación de un funcionario público es la de estar sentado y no actuar en consecuencia en las ausencias del gobernante?
En lo personal ni con Omar ni con Homero tengo problemas en el aspecto de que me haya disgustado porque no me han dado algo, porque no haya disfrutado del “moche”. Pero eso no me niega el derecho que tenemos para indicarle que no hay que estar esperando a que deje la silla Víctor Castro y no establezcan el sacrificio de trabajar, de comprender, de planificar con creatividad. Uno de los pocos que le han ayudado es Guadalupe Ojeda y jamás a mí me verán establecer una mala crítica porque no se me satisface en alguna necesidad, es uno de los que lleva la camiseta puesta.
Por lo demás, el gobernante se ha estado fajando con una presidenta municipal, que también vamos a decirlo, parece que su secretario particular perdió el sentido de la comunicación.
Ser parte de un equipo de gobierno en la instancia que sea es importantísimo desde la gente de mantenimiento, de quien va administrando los centavos para que alcance, de los que imparten justicia. No requiere para nada a quienes por fruslerías desean figurar a toda prueba y uno de ellos, Don Omar se ha empecinado en que el gobernante desconozca quien le ha hablado. Así no, señor maestro. Así no.
La frase de este día: la trayectoria del político se forja en el tezón del trabajo, de la unidad, de la comprensión para que se les oiga y para ser funcionario no se requiere ser insolente ni prepotente.