Eso le dijo a una persona al salirle desde adentro del closet de la ropa de este, al abrirlo para buscar que ponerse.
Ella es ó era un fantasma en toda la extensión de la palabra debido a la magnitud de sus manifestaciones. Se dice que salía desde un árbol con forma caprichosa que todavía se encuentra en la esquina de las calles Miguel Hidalgo y Costilla y Belisario Domínguez para ir recorriendo esta ultima calle de Este a Oeste.
Pasando detrás de la antigua casa de gobierno, donde antes había una cárcel y que luego fuera el Cinema La Paz. Llego a espantar a varios de los presos al asomarse por las rejas de aquel lugar.
Siguiendo la misma calle que se llamaba Primera, tomaba después la de Obispado hoy Ignacio Zaragoza y una cuadra de Madero hasta Ocampo para bajar por ahí y luego aparecer en la calle de Ignacio Allende y volver a tomar Belisario Domínguez. Mucho más adelante atravesaba Mariano Abasolo y cualquiera de sus edificaciones como el “Casino Corona” donde pasaba por en medio de las parejas que bailaban al son de la música para llegar a su destino en el callejón de topete, el que recorría para finalmente desvanecerse en la pared de una panadería que estaba en el extremo de la calle Nayarit.
Ese callejón fue donde más pudo vérsele y temerle. Su descripción corresponde a la de una mujer alta, de cabello negro obscuro y piel muy blanca, vestida de un sobretodo color blanco tipo “mantón”. Además hubo alguien que pudo percibirle un aroma floral.
Aun así a varias personas les paso el confundirla con algún familiar para luego asustarse al verla flotar o atravesar alguna estructura.
Y ¿como culparlos? Si solo al leer una pequeña mención en el libro “Crónicas LA PAZ Y SUS HISTORIAS” de Leonardo Reyes Silva me fui con la finta imaginándomela como una persona con algún desorden mental abrumada por sus temores en una bata, confundiéndola con una persona viva y con muchos problemas. Y es que los ojos solo pueden ver lo que la mente conoce ó en mi caso leí lo que yo quise, no lo que me brindaba el autor.
Este personaje paranormal es motivo de mucha curiosidad, algunas preguntas como ¿quien fue, cuando vivió y murió, que es lo que busca ó buscaba en su recorrido? surgen en la mente de aquellas personas que llegan a conocer esta historia.
A riesgo de que me tilden de “Sherlock holmes” creo que ella vivió en el siglo XIX siendo una de los primeros pobladores de la ciudad después de 1823 o 1828 cuando comenzó la llegada de personas dispuestas a quedarse aquí y falleció antes de 1880 tentativamente entre 1828 y 1840, ya que en 1846 se edifico aquella segunda cárcel y el relato del que percibió su aroma era de 1921. Para que nadie te recuerde al menos pasaría una generación de unos 40 años. Y otro relato casi contemporáneo a ese refiere que los abuelos de sus abuelos ya tenían conocimiento de aquella aparición lo que serian otros 40 años más. Esos serian mis argumentos o deducciones.
Muchas gracias a Manuelita Lizárraga Alcaraz y a Leonardo Reyes Silva que no tengo el gusto de conocerlos… pero si de leerlos.
Por Lawrence Joel Reza González