Cuando hurgaba en el viejo archivo de Raíces encontré la revista gráfica número 65 del California Gráfica al frente de la respetable señora Armida Torres de Caloca
Inclusive no tenía ninguna temática pero nos pareció interesante recordar a viejos compañeros y compañeras hoy ya en los sistemas digitales
Mucho nos agradó encontrar secciones como Cálida Fornax con una serie de intervenciones y que han ido forjando criterios a través de una revista que puede entrar con toda confianza a su casa
Así, lo que antes se titulaba “Nosotras”, hizo los arreglos Armida adquiriendo la cabeza de California Grafica que había dirigido don Miguelito Guzmán Cárdenas de grata memoria.
Resulta agradable encontrar el anecdotario choyero con su misión cumplida de no perder el camino de la identidad sudcaliforniana. Ha sido una lucha tenaz pero Armida se ha rodeado de buenos colaboradores entre ellos algunos que ya no están entre nosotros como Rogelio Ortegas Geraldo y otros.
Rosas para los que se fueron y las oraciones correspondientes entre ellas a un buen amigo, compañero de toda la vida de Armida, el señor Felipe Caloca Oroz que cumplió su cometido como compañero y como jefe de familia.
Ojalá que como dice la señora Torres todos dijéramos las cosas con propiedad, todo se puede decir menos la puntilla que hiere tan propia de los que no manejan argumentos porque la ignorancia y estupidez no se lleva una buena lectura.
Necesariamente es imperativo no dejar morir los recuerdos, recuerdos que deben conocer, que vienen detrás de los otros para que amen a esta tierra del eterno amor y las eternas ilusiones.
La frase de hoy: no es más fuerte el que grita ni más valiente el que hace recuerdos maternales.
Reflexión.
Vea usted amigo lector como el hurgar entre los viejos documentos y ahí encontramos una serie de situaciones que nos abren el camino de una reflexión. Ha sido titánica de la labor de la señora Torres Valdez, al irse su esposo a otro plano astral, contribuyó en convocar ha aquellas personas y que la casa se poblara. Hoy Armida Torres quieran o no, propios o extraños a logrado una revista que con toda dignidad puede ocupar la biblioteca de la mujer que es líder y pañuelo de lágrimas de los problemas de los vecinos.