En la opinión de Alfredo González

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l.El 1 es orgullo de ser compadres.

ll. Más carreteras para los cabos.

En síntesis vamos a decir que el bautizo es la responsabilidad de que cuando falta el padre del bautizado, quien lo lleva a la pila bautismal se hace cargo de sus responsabilidades. Esto tiene su génesis cuando el nazareno es bautizado por Juan en el rio Jordán.

En mi vida he tenido compadres de los que me siento orgullosos: un humilde maestro llamado Fernando López ¿Quién no conoció al Chencho?, el Lic. Ángel Cesar Mendoza Aramburo (de confirmación y don Alberto Alvarado Aramburo siendo gobernador) de donde surge una situación chusca cuando le pide el sacerdote que nombre le va a poner. Con su humorismo Alberto Contestó: le vamos a poner Tigre XlV. Ante tal situación el clérigo  le dijo que era una cosa seria entonces le pidió que usara un nombre del calendario. Vino la respuesta y le dijo: “Si ustedes tuvieron un papa que se llamó León Xlll ¿Por qué no vamos a tener un Tigre XlV? Finalmente quedo en Alfredo.

Vinieron otros compadres como José Antonio Robinson que era su auténtico apellido. Hombre de mar que se curtió con las aguas broncas y heladas del pacifico norte voseando el abulón y la langosta. Hubo otro que no se llevó a protocolizar en el bautizo por diversas circunstancias ajenas a nuestras voluntades pero era tan estrecha la voluntad que nos decíamos compadres. Un hombre aproximadamente de 1.97 originario de San Bartolo delegación de San Antonio municipio de La Paz. Queriéndole hacer un servicio a un coronel de caballería que tenía en aquellos lugares un hermoso caballo se lo llevo hasta la ramada que se encontraba uno de esos hombres amasados con hiel. Se acercó franco cuando estaba montado, levantó el pie izquierdo y lo derribó con todo y silla y le dijo que no fuera abusivo. Otro de mis compadres muy estimado fue Félix Alberto Ortega Romero padrino de Minerva mi hija, nieto del general Ortega Aguilar, Reconocido mi compadre por la lucha social en que lo acompañe en el FUS de 1965 y en Loreto 70 que rubricaron una lucha de 50 años desde el primer plebiscito en 1920 y que al llegar a su jubileo en 2022 prácticamente han sido 100 años de lucha para que las cosas  que será tema aparte zigzaguean y sigue todavía el centralismo obsoleto y ramplón.

Y hablando del orgullo de ser compadres quiero hablar de uno que acaba de marcharse, el Doctor Marcelo Torreblanca, padrino de Carolina Concepción Doctora en Sociología.

En los días que estuve en el hospital del ISSSTE donde aprovecho para ratificar la calidez y calidad de su personal y que  hubieran más recursos pudieran hacer más desde los camilleros hasta el más docto me toco de vecinita divididos  por un biombo una dulce anciana de nombre Amelia de Manríquez, la segunda noche que pase en el área ya apartamiento directo un clásico sudcaliforniano me llamo por mi nombre y se trataba de un viejo amigo, el maestro jubilado Alberto Manríquez, hijo de doña Amelia y ahí empezaron los recuerdos. Pude enterarme que mi compadre Antonio Benjamín Manríquez Guluarte siendo un niño al levantarse corría a casa de doña Amelia que ya le tenía lista unas gorditas de harina con carne de venado. Doña Amelia es una señora de 98 años lucida quizá para este jueves ya se encuentre en su domicilio pero nos enteramos de que cada mes quien fuera y es uno de los políticos más completos que sirvió al servicio en puestos públicos estatales y en puestos de elección federales, cada mes nos visita llevándoles frutas, verduras, quesos y todo aquello propio de la estación. Ese orgullo es por la gratitud que debemos sentir por la gente que queremos. Él es padrino de la más chica de mis hijas, Sara Alicia.

Como una anécdota de Marcelo Torreblanca Sánchez yo quiero decirles que su rostro no encajaba mucho con sus actos de humanismo. En algunas platicas me decía: “Esta profesión como en todas donde se solicitan servicio privados de cualquier ramo de la medicina se debía de llevar la Filosofía de que quien tuviera pagara por el que no tuviera o tuviera menos” y me decía: “Ese que viene ahí es pescador, una extracción vale, en ese tiempo, 400 pesos”. Pero le sigue un comerciante floreciente, entonces, le vamos a cobrar 150 al que tiene menos y la diferencia que la pague el que tiene más y así los dos saldrán beneficiados. Es el corazón de los sudcalifornianos.

El segundo tema es corto. Se refiere al convenio que acaba de promover el presidente municipal de Los Cabos el profesor Oscar Legss que está demostrando casta y es el convenio referente a la construcción de más carreteras para el sur en una actitud republicana y participan las tres instancias de gobierno el federal, el estatal y el municipal del extremo sur de la península. Con esto se amplía el desarrollo de la zona, se crean fuentes de trabajo, y el horizonte se ve más amable.

Nos despedimos con la frase del tata Valente: ¡Águila pues! Andando y miando para no hacer surcos.

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