En la opinión de Alfredo González

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El estribillo que cansa y que es tema de los lame suelas del régimen federal.

65 y más, adultos mayores, pensiones de bienestar, parece ser el tema principal de una administración que va en franco quebranto, y que gusta de galantear a la democracia con dadivas que únicamente habrán de prolongar la búsqueda desesperada a los satisfactores y a las necesidades. Un día el presidente dice: “ya se hacen los depósitos”. Y otro día en las redes “hay que esperar”. Eso ha sido el común denominador de una obligación constitucional que si bien es cierto otros no las dieron otros las entregan condicionadas de simpatía con nuestro propio dinero.

Denota esto una falta de organización bien planificada. Habremos muchos que nos encontramos en el sistema ISSSTE y estamos neutralizados en la misma cantidad desde que nos captaron en las nóminas institucionales. Otras personas se quejan de haber recibido sus tarjetas y no entienden porque les salen unas cosas y les dicen otras. Les proporcionan a la carrera con un teléfono para que se comuniquen y en el mejor de los casos si logran comunicarse al 01 800 hay una operadora diciendo que insistan en otra ocasión o bien lo conforman al peticionario con un: “es un numero de difícil acceso”. Total que es un enredo de galimatías. El pueblo saca sus versiones, nos hablan de un viejecito carpintero llamado Geppetto que dio forma a un muñeco manejado por hilos. Le gustó tanto su obra que pidió con todo su corazón que se le diera vida y así nació un personaje llamado Pinocho. A cada mentira que manifestaba le crecía la nariz. Dicen los chascarrilleros que Andrés Manuel ya la lleva a un metro y medio. Pero aquí estamos aguantando mecha.

La estructura del político ponderado es la de no mentir, no engañar, con las propias palabras presidenciales pero en este aspecto pregunta mucha gente todavía porque existen lagunas y por qué los organismos sindicales permitieron que los jubilados en el año de 1993 y que esperaban una cantidad respetable para el final de los días le redujeron más de 800 mil pesos de los que le tocaba. Pero por disidencias o diferencias de la CNTE o del SNTE muchos habremos trabajado gratis del 93 hasta el 2016 aproximadamente.

Así las cosas, Geppetto sigue pidiendo que los muñequitos que laboran mantengan su verticalidad, que no se porten mal y que no les crezca la nariz porque eso es un signo que deteriora la imagen de cualquier político.

Cuando mataron a Madero, don Venustiano Carranza en las afueras del ayuntamiento de Hermosillo exclamaba: si tan solo hubiera un hombre que no engañara, que no mintiera, terminarían las perfidias de quienes debían seguir la constante de la verticalidad. Finalmente: protesto cumplir y hacer cumplir la constitución general de la república y las leyes que de ella emanen. Si así no lo hiciera que el pueblo me lo demande… se lo estamos demandando señor presidente.

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