¿En dónde se quedaron? 4 de Noviembre de 1939 – 4 de Noviembre de 2022

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Ochenta años y un poco más. ¿Dónde están esos años? Seguramente algunos quedaron en los viejos barrios del manglito y esterito donde se armaban grescas fenomenales y se nos hizo el cuero duro a punta de patada y cabronazo. No es aconsejable, no se usaban ni puñales ni cadenas ni se asesinaba. Después de un ojo de cotorra o una patadita que te rozo el hombro derecho, venia el abrazo. Esas mismas huellas que marcaron junto con Pablito Núñez, Alberto León, el Paquin, Enrique García el tellete, el compadre José Antonio Robinson. Algunos muchachos de apellidos Méndez del manglito y así transcurrieron los años.

Van desfilando los pensamientos, también quedaron algunos años de 1960 a 1966 en el alto golfo por allá al sur de Mexicali en el bien recordado San Felipe, municipio ahora del mismo nombre.

Se quedaron en la sección lll en el SNTE donde conocí muy de cerca a  Chema Márquez, Lorenzo López González, Arturo Guerrero González, Benito Beltrán, Fortunato García Yuen, Miguel Liera Ibarra, puro cuarto bate en la lucha social, a un gran amigo como Guillermo Aguilar Villavicencio. Oscar Rene Canseco Núñez, a Nacho Insunza Guerrero, a un Manuel Salgado Calderón que siempre invocaba al arquetipo del maestro rural Graciano Sánchez, a Jorge Cruz Ocaña fallecido y un servidor en el desempeño de la cartera de asuntos de post primarias.

Ochenta y pico de años también dejaron las escuelas rurales, en escuela secundaria Morelos, en la prepa José María Morelos y Pavón, en la escuela normal urbana Prof. Domingo Carballo Félix donde tuve alumnos destacados, por cierto uno de ellos tiene en la actualidad la responsabilidad de dirigir la entidad. Un año le servía al instituto federal de capacitación del magisterio para que aquellos maestros que no habían terminado la normal lo hicieran en esos tiempos. Fundamos lo que en principio se llamó Radio Cultural, hoy la radio de sudcalifornia del instituto de radio y televisión.  Me toco con un grupo de amigos y compañeros entrenar hombres para la libertad.

Son muchas las huellas también de otros porque no me gusta saborear el postre de forma solitaria. Hoy estamos a punto de dar el primer paso por el último trecho. No se los puedo platicar porque no adquirirían el libro. Juntos caminaremos por los ranchos de El Veladero, propiedad de los González García, por el Cañón propiedad de don Raúl Estrada Navarro donde aprendí algunas cosas y tuve el mejor catedrático en la universidad de la breña, tata Valente. Donde los hombres y mujeres me enseñaron lo que era la garra del ser humano peninsular, muchas huellas.

La frase de hoy: “Al ir concluyendo el otoño y el sol se retira más temprano a nuestra edad se escucha el Angelus que va indicando el final del día”. Vendrán otras personas que dejaran huella y lamentablemente algunos no dejaran ninguna. Por eso doy gracias a Dios porque no teniendo nada lo tengo todo.

Finalmente desató todo esta una serie de felicitaciones a quienes agradezco y por haberse detonado el texto el Último Trecho. A Ángel Gajón de la Toba, a Héctor Montaño, y a muchas otras personas que nos siguen estimulando para que el día de mañana con el Director de Cultura logremos nuestros propósitos referente a la impresión del libro.

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